
Que mujer; casi ni pude responder cuando me pidió que le ayudara a traducir la carta que le envío su madre; después de algunos minutos de tartamudear termine el encargo.Entre el perfume dulce y el susurreo junto a mi oído, ni siquiera estoy seguro que lo que traduje es lo que la nota decía; bien pudo haber sido una lista de compras o una formula matemática.
Rosa se despidió y se dirigió hacia la avenida, y yo sentado todavía en la pileta no le perdí mirada.Que figura; el pelo marón ondulado se movía en el viento como si fuera seda; el vestido apretado definía su cuerpo con el bamboleo de sus caderas, y esas piernas largas finamente se escondían en los zapatos de tacón.
Como podía yo quedarme ahí sentado…Con un grito tembloroso la invite a tomar un café. Ya sentados a la mesa, yo perdido en sus ojos y ella con una sonrisa coqueta nos tomamos el café mientras nuestras manos se entrelazaban .Sacó de su cartera un lápiz labial y lentamente escribió en la servilleta “Rosa 486-39…..” el viento doblo la servilleta y no pude leer mas.
Rosa se levanto del asiento me abrazo con ternura y me beso suavemente los labios “Llámame” dijo y se fue. No recuerdo mucho de los siguientes cinco minutos que me perdí siguiéndola con la mirada, pero claramente recuerdo el momento en que desdoble la servilleta “Rosa 486-39…..” y en ese momento desperté.
Sigo buscando a Rosa entre sueños y visiones, me acuesto temprano y hasta he dejado el café, solo quiero volver a Chicago.
jj
2 comments:
Hola...
Es verdad, estoy de acuerdo...
Los ojos son el espejo del alma...
Me incorporé como seguidora de tu Blog...
Me gusta como escribes...
Saludos..
Fascination...
bienvenida siempre
jj
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